domingo, 3 de junio de 2012

ESP

El ESP es un sistema electrónico de control de estabilidad enmarcado en el campo de la seguridad activa. La función principal de este sistema es evitar que el conductor pierda el control del coche. En el preciso momento en que los sensores desarrollados con este fin, detectan que el comportamiento del vehículo se desvía de lo que se considera correcto, el sistema actúa independientemente sobre cada una de las cuatro ruedas, habitualmente frenando las necesarias para evitar que el coche subvire (no gire) o sobrevire (gire demasiado, derrape, vaya).
De esta forma, el ESP es un sistema que se muestra tremendamente efectivo en situaciones críticas como las de tener que esquivar repentinamente un obstáculo, circular en superficies resbaladizas, o en caso de calcular mal una curva, todas ellas situaciones que pueden acabar con el coche derrapando sin control en caso de no disponer del ESP. No en vano, el derrapaje es una de las principales causas de accidentes de tráfico con víctimas mortales.
Para conseguirlo, el ESP se vale del control de tracción y del ABS. El sistema está integrado por una centralita electrónica con un microprocesador, un sistema hidráulico y un conjunto de sensores tales como la posición del volante, la velocidad de cada rueda o los sensores que detectan los movimientos respecto a cada uno de los ejes imaginarios del vehículo.
Este avanzado sistema fue desarrollado por Mercedes Benz y Bosch, y hoy doy nadie duda de su indiscutible efectividad. Tanto EuroNCAP como la DGT aconsejan públicamente la adquisición de vehículos equipados con ESP, ya que se considera que la cifra de mortalidad podría reducirse en cerca de un 20%.
No obstante, según un estudio reciente realizado por Bosch, el porcentaje de coches utilitarios y urbanos en los principales

El ESP es un sistema electrónico que corrige las pérdidas de trayectoria provocadas por un excesivo subviraje o sobreviraje, actuando sobre los frenos de manera discriminada -independientemente en cada rueda, o bien actuando sobre la alimentación para evitar un exceso de aceleración. Para ello se toma como base toda la infraestructura del ABS y del control de tracción a lo que se añaden como elementos específicos una serie de mecanismos de medición y unos actuadores unidos a una centralita de control específica.

Este sistema representa sin duda alguna el avance más importante en cuanto a seguridad activa en los últimos veinte años, pero que nadie piense que es una patente de seguridad porque cuando se superan los límites físicos, con ESP o sin él, el accidente es inevitable.


Funcionamiento

El principio de funcionamiento se basa en el sistema de giro utilizado por un vehículo oruga. Si el coche subvirá, porque se exige más giro de la adherencia existente en el tren delantero, se frena la rueda interior -para ayudar a cerrar la trayectoria- del tren trasero, que no desliza porque todavía tiene adherencia. Si el coche sobrevira porque falta de adherencia en el tren trasero, el sistema frena la rueda exterior -para abrir la trayectoria- delantera, que todavía conserva la adherencia.



Todo el sistema esta controlado por una centralita que compara el ángulo de giro del volante con el de giro real del vehículo sobre su propio eje. Si los valores no concuerdan, actúa sobre el freno (delantero o trasero depende si es subviraje o sobreviraje), lo que produce inmediatamente un efecto de rotación sobre el vehículo que le ayuda a girar. En ambos casos se consigue estabilizar el vehículo sobre la base de la trayectoria inducida por el volante. Si el conductor frena, se produce el mismo efecto aligerando la potencia de frenado individualmente en alguna de las ruedas. La centralita como también ha recibido información sobre la velocidad, llegado el caso, actúa sobre la inyección cortando el flujo de combustible y evitando que el conductor pueda aumentar la velocidad al actuar sobre el acelerador.

Conclusiones del ESP

El sistema no permite sobrepasar las leyes físicas. La velocidad de paso en curva no la determina el ESP sino el peso, la suspensión, los neumáticos y el correcto estado de todos estos elementos.

No «arregla» diseños deficientes de la suspensión, aunque permite alcanzar los límites de éstos con mayor tranquilidad.

En curva es imprescindible que el conductor ajuste la velocidad de entrada; a partir de ahí, incluso con el gas a fondo el sistema se encarga de mantener la trayectoria inducida por el volante limitando automáticamente la velocidad si ésta se eleva por encima del límite de adherencia.

La prioridad del sistema es la seguridad, por lo que en la mayoría de los casos la velocidad de paso en curva y, sobre todo, la de salida es más lenta con el ESP conectado. La de entrada la determina el conductor.

Es fundamental que neumáticos, presiones, amortiguadores y cotas de suspensión estén en perfectas condiciones para que la eficacia del ESP sea óptima.

Es importante vencer la tentación de iniciar contravolantes o gestos bruscos de dirección para corregir trayectorias, eso ya lo hace el ESP. La máxima eficacia se obtiene dirigiendo las ruedas delanteras hacia donde queremos ir.

Se trata sólo de una ayuda a la conducción, no lo «arregla» todo. No debemos caer en un exceso de confianza que nos lleve a tomar riesgos que no tomaríamos sin ESP.



Historia del ESP

Robert Collin es un periodista sueco en cuya tarjeta de visita figura la caricatura de un alce con cara de pocos amigos, que, tocado con un sombrero y la tarjeta típica con la mención “Press”, avanza a la carrera empuñando una pluma como si fuera una lanza. Collins fue el probador que volcó un Mercedes Clase A haciendo el test del alce que consiste en un giro a la izquierda y otro a la derecha en muy poco tiempo y a gran velocidad (Noviembre'97). Hoy su relación con la marca alemana es de todo menos cordial.

Aquella prueba ocasionó unos gastos millonarios a Daimler Benz para lavar la imagen de su Clase A. Mercedes no se anduvo con chiquitas y, entre otras mejoras, introdujo en serie sobre su pequeño modelo el Control Electrónico de Estabilidad de Bosch, (Mayo'98).

Este sistema puede considerarse el más revolucionario de los últimos veinte años en lo que a seguridad activa se refiere. La nueva Clase A iba a ser el detonante para que Ferdinand Piëch, presidente del Grupo VW, anunciara que el Golf también lo incorporaría. Su coche no iba a ser menos, aunque, pasada la fiebre inicial del efecto alce, el Golf no dispondría de ESP hasta mediados del año siguiente.
aíses de Europa que equipan ESP es sólo del 13 y el 15%, respectivamente. Y en España estamos un pelín por debajo de la media europea. El objetivo de la Comisión de la Unión Europea es que a partir de 2012 todos los vehículos de nueva matriculación dispongan del ESP de serie. De momento, tendremos que escoger un coche de gama media-alta si queremos disfrutar de la extraordinaria seguridad que proporciona el ESP.




El ESP® (Programa Electrónico de Estabilidad), el sistema electrónico de seguridad contra el derrapaje, ya es obligatorio. Conocido por la denomación usada por Bosch, inventor de este sistema electrónico de seguridad activa, el ESP ya es obligatorio para los nuevos modelos de automóviles, con lo que se convierte en equipamiento de serie.
Esta normativa europea ha entrado en vigor el 1 de noviembre de 2011, y en principio se aplica a la homologacion de todos los vehículos a partir de esta fecha. A partir del 31 de Octubre del 2014 será obligatorio el equipamiento del sistema ESP® en todos los vehículos de nueva matriculación de la UE
ESPBOSCH El ESP ya es de serie por normativa europea
Componentes del sistema ESP
El control de estabilidad (ESP®) es un elemento de seguridad activa del automóvil, que mediante sensores inteligentes compara 25 veces por segundo si el angulo del volante trazado por el conductor corresponde con la dirección real del vehículo. Si el sistema detecta desviación entre ambos valores y posibilidad de que el vehículo pueda perder su estabilidad, entonces interviene el ESP®.
El ESP actúa reduciendo el par de giro del motor para estabilizar el vehículo, y si con esto no fuera suficiente, frenando individualmente las ruedas para evitar derrapes, tanto sobrevirajes, como subvirajes. El control de estabilidad incluye, ademas, las funciones del sistema antibloqueo (ABS) y del sistema de control de tracción (ASR).
La obligación de equipar lo vehículos con ESP® es una de las medidas, entre muchas otras, adoptadas por la Comisión Europea para mejorar la seguridad vial en las carreteras europeas.
Se supone que el ESP® puede evitar hasta un 80% los accidentes por derrape y se ha convertido en el sistema de seguridad mas importante de los vehículos después del cinturón de seguridad.
El ESP® fue creado por Bosch y lleva fabricándose en serie desde 1995, el primer vehículo en contar con él fue un Mercedes Clase S. En 2010 el 41% de los coches fabricados estaban equipados con él, llegando al 63% en Europa.
Dependiendo del fabricante del vehículo, puede recibir otro nombre (VDC, DSC, ESC, VSC), aunque su funcionamiento es el mismo.




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